Si estás comenzando en el mundo de las inversiones, debes saber que probablemente te encontrarás con alguna de estas siete trampas. Invertir sin un plan o confiar en tus emociones, son algunas de ellas. Sé consciente de su existencia y aprende a evitarlas. Hacerlo te ayudará a mejorar la calidad y los resultados de tus inversiones.

Comenzar a invertir tu dinero es una importante decisión, y para tomarla seriamente debes informarte, investigar y prepararte. Cuando recién estás empezando, no sería extraño que cayeras en alguna trampa, pero mantén la calma, en Sanodelucas te enseñamos a reconocerlas, y así, evitarlas, para mejorar tus resultados.

1. Invertir sin un plan

Antes de decidir invertir tienes que desarrollar un plan de inversión, el cual debe incluir entre otras consideraciones: cuánto dinero pretendes invertir, en qué institución, en qué instrumentos, a qué plazo, para qué quieres invertir, cuánto estás dispuesto a perder y cuánto esperas ganar antes de retirarte.

Para responder estas preguntas debes investigar el mercado, conocer tus alternativas y mantener muy aterrizadas tus expectativas. Recuerda, invertir sin un plan es una ruta hacia el fracaso.

2. Invertir en un solo instrumento

De seguro has escuchado el dicho “no colocar todos los huevos en la misma canasta”. En las inversiones, esta frase aplica perfecto. Distribuir tus inversiones en diversos instrumentos recibe el nombre de diversificar, y su principal beneficio es disminuir el riesgo.

Si tuvieses todo tu dinero en un instrumento y éste pierde, estarías en serios problemas. En cambio, si lo tienes diversificado en varios instrumentos, las caídas de algunos se compensarán con las alzas de otros. Así el riesgo de sufrir grandes pérdidas disminuye notablemente.

3. No investigar lo suficiente

Invertir no es un juego, especialmente si tu dinero está involucrado. Recuerda que entre más información tengas y entiendas, habrá menos elementos o situaciones que te parecerán incomprensibles.

En el mundo de las inversiones, el precio de un activo puede estar determinado por innumerables variables. A veces, por desconocimiento, podrías pasar por alto información relevante que pudiera ayudarte a ganar dinero o a evitar perder tu inversión.

4. Confiar solo en tus emociones

Dejarte llevar 100% por tus emociones nunca es una buena alternativa, mucho menos en las inversiones. En este terreno debe primar el conocimiento y las decisiones informadas y apoyadas en hechos concretos. Olvida el “me gusta esta empresa para comprar sus acciones”, o “confío en que esto o aquello subirá de precio”.

Es muy común que en las inversiones te puedas dejar llevar por el miedo a perder o la avaricia al querer ganar más. En este caso es fundamental revisar tu plan de inversión, apegarte a él y tomar cualquier decisión con la cabeza lo más fría posible.

5. Exceso de confianza

Tomar una buena decisión y conseguir un buen resultado no es garantía de que, en la próxima ocasión, y en la subsiguiente, será igual. Si estás pasando por lo que llaman “una buena racha”, no caigas en un exceso de confianza que te pueda llevar a perder todo lo ganado.

Analiza cada uno de tus movimientos como algo independiente. Un buen resultado en el pasado no garantiza un buen resultado en el futuro. Si tus inversiones están teniendo resultados positivos, revisa tu plan, y si ya cumpliste tus objetivos, incluso puedes considerar la opción de retirarte y materializar tu ganancia.

6. No saber enfrentar las pérdidas

Junto con el miedo a perder también es muy común confiar en que una caída en tus inversiones podría recuperarse en el corto plazo. Existen muchos casos de personas que, mientras esperaban que sus inversiones se recuperaran de una caída, terminaron perdiéndolo todo.

Nuevamente, apégate a tu plan, especialmente a la pregunta “cuánto estoy dispuesto(a) a perder”. Si ya llegaste a ese punto, lo más sensato es que te retires, te recuperes, investigues y pruebes nuevamente, más adelante. Asimismo, si vas perdiendo pero tu análisis señala que habrá una recuperación (esto es, tu investigación, no tus emociones), puedes mantener tu posición y esperar el repunte. De lo contrario, es mejor retirarse y proteger el resto de tu dinero.

7. No analizar ni aprender de los errores

Al momento de invertir, es normal que cometas errores. Lo importante es que logres aprender de ellos y además, que tus errores sean lo más baratos posible. De hecho, no existe un inversionista, ni siquiera entre los más famosos, que nunca haya experimentado alguna pérdida.

Cada vez que tomes una decisión y ésta no genere los resultados que esperabas, analiza lo que sucedió, paso a paso, revisa los detalles y, especialmente, aprende de ellos para no cometer las mismas equivocaciones en el futuro. Así irás perfeccionando tus habilidades como inversionista.

En Sanodelucas queremos que cuentes con las herramientas y los conocimientos necesarios para tomar buenas decisiones financieras. Cuando decides invertir tu dinero, debes prepararte, tener un plan y tomar decisiones basadas en información y datos, no en emociones. De esta manera, mejorarás tus posibilidades conseguir ganancias y, por consiguiente, mejorar tu salud financiera.